El exvicepresidente de EE.UU. Dick Cheney falleció a los 84 años debido a complicaciones de neumonía y enfermedad cardiovascular, informan medios locales.
Cheney, arquitecto de la «guerra contra el terrorismo» y apodado como el más influyente vicepresidente en la historia estadounidense, sufrió problemas cardiovasculares durante gran parte de su vida adulta y sobrevivió a una serie de ataques cardíacos. En 2012, se sometió a un trasplante de corazón.
«Su amada esposa durante 61 años, Lynne, sus hijas, Liz y Mary, y otros miembros de la familia estuvieron con él cuando falleció», afirmaron los familiares en la declaración, en que revelaron las causas de su fallecimiento.
Exlegislador por el estado de Wyoming y exsecretario de Defensa, a Cheney se le atribuye un papel clave en persuadir al entonces presidente George W. Bush para que invadiera Irak bajo un pretexto falsificado contra el Gobierno de Saddam Hussein en 2003.
En vísperas de la invasión, el antiguo vicepresidente afirmó repetidamente que este país de Oriente Medio poseía armas de destrucción masiva y que además estaba vinculado a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU.
Al frente del Pentágono durante la presidencia de George H.W. Bush, Cheney dirigió la invasión de Panamá en 1989 y la Operación Tormenta del Desierto en 1991, para expulsar a las fuerzas iraquíes de Kuwait.
Curiosamente, el veterano político republicano apoyó a la candidata demócrata, Kamala Harris, en las presidenciales del noviembre pasado, calificando a Donald Trump como «la mayor amenaza» para EE.UU.
«Intentó robar las últimas elecciones utilizando la mentira y la violencia para mantenerse en el poder después de que los votantes le hubieran rechazado. No se le puede volver a confiar el poder», declaró Cheney.
Con información de El Universal







