El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, en un comunicado publicado recientemente, destacó que rechaza categóricamente la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 por parte del Gobierno de los Estados Unidos, utilizada para justificar la deportación masiva y criminalización de migrantes venezolanos.
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Esta medida, calificada como anacrónica y violatoria del derecho internacional, representa un ataque directo contra los derechos fundamentales de los ciudadanos venezolanos en el extranjero.
Por 2001.
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