Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, amenazó este martes 18 de marzo al gobierno de Nicolás Maduro con «nuevas sanciones más severas» si no acepta un flujo constante de vuelos de deportación” de venezolanos.
“A menos que el régimen de Maduro acepte un flujo constante de vuelos de deportación, sin más excusas o retrasos, los Estados Unidos impondrá nuevas sanciones más severas e intensificadas”, aseveró el jefe de la diplomacia estadounidense a través de una publicación en la red social X (antes Twitter).
El funcionario advirtió: «Venezuela está obligada a aceptar a sus ciudadanos repatriados desde Estados Unidos. Este no es un tema de debate ni negociación. Tampoco merece recompensa alguna».
Donald Trump adelanta, tras su regreso a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, una operación de deportación masiva de migrantes en situación irregular, tal como lo anunció en la campaña electoral, con la exigencia de colaboración por parte de los países de donde provienen.
Para ello, el mandatario estadounidense envió a Caracas a finales de enero a su enviado especial Richard Grenell para negociar la repatriación de venezolanos.
Semanas después, descontento con Maduro por haber incumplido el ritmo de vuelos «acordado», EE. UU. revocó la licencia que permitía a la petrolera Chevron operar en Venezuela. Este, en represalia, canceló el operativo.
El pasado 13 de marzo, Grenell anunció que el líder oficialista aceptó reanudar los referidos vuelos.
Ese mismo día, Jorge Rodríguez, jefe negociador del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional (AN), confirmó a través de su cuenta de Instagram que se llegó “a un acuerdo (…) para repatriar hermanos venezolanos que se encuentran en los Estados Unidos”.
Sin embargo, el pasado domingo 16, Trump invocó una ley de guerra de 1798 contra el “Tren de Aragua” y envió en aviones a 238 venezolanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo de El Salvador, acusados de pertenecer a la banda criminal que surgió en la cárcel de Tocorón.
«Estos migrantes venezolanos, que fueron secuestrados, que no se les dio derecho a la defensa, que son catalogados como asesinos, terroristas (…), que fueron metidos en un campo de concentración en El Salvador, tienen derecho a la defensa y no descansaré hasta que logremos su rescate y su regreso sanos y salvos», aseveró este lunes 17 el gobernante izquierdista.
«No son terroristas, no son delincuentes, no son asesinos, nuestros migrantes son gente de bien», manifestó.