El papa León XIV celebró este viernes la primera misa de su pontificado, que ha despertado esperanza en el mundo con sus llamados a la paz en la línea de su predecesor Francisco.
El segundo pontífice de las Américas, nacido en Estados Unidos hace 69 años y nacionalizado peruano, se vistió la víspera de blanco papal al término de dos días de un incierto cónclave.
«Me habéis llamado para llevar una cruz y para ser bendecido con esta misión y quiero que vosotros caminéis conmigo porque somos Iglesia, una comunidad que debe anunciar la Buena Nueva», dijo en inglés el primer papa estadounidense, Robert Francis Prevost, ante los 133 cardenales que le eligieron este jueves como pontífice.
El sumo pontífice lamentó que en la actualidad «son muchos los contextos en los que la fe cristiana se reduce al absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes».
Y por ello urgió «a anunciar el Evangelio donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia o, a lo sumo, se le soporta y compadece», dijo.
En su primer discurso como papa el jueves, ya hizo un «llamado a la paz» a «todos los pueblos» y pidió «construir puentes» a través del «diálogo», «sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros».
Los próximos pasos del nuevo pontífice lo llevarán a impartir la bendición Regina Coeli el domingo desde el balcón de la basílica de San Pedro, antes de recibir a la prensa en una audiencia el lunes.
Sin embargo, el otro acontecimiento clave de su llegada al trono de San Pedro será su investidura con una misa celebrada ante líderes políticos y religiosos de todo el mundo en una fecha por determinar.
Con información de AFP