Caracas.- En la Catedral de Caracas los seminarias Ángel Herrera, Evert Rivero y José Manuel Sánchez recibieron la ordenación diaconal por imposición de manos de monseñor Raúl Biord y la oración consecratoria, que los hace integrantes del clero de la arquidiócesis de Caracas.
La Eucaristía estuvo concelebrada por monseñor Carlos Márquez, obispo auxiliar, y gran parte del presbiterio caraqueño, quienes le dieron la bienvenida a los neo-diáconos y rezaron para que Dios les conceda un fructífero ministerio de servicio a los fieles.
Ángel Herrera es oriundo de Caracas y desempeña su síntesis pastoral en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Baruta, quien ha prestado sus servicios como acólito y ha acompañado a la feligresía en distintas actividades religiosas y de formación en el este de la ciudad.

José Manuel Sánchez nació en la capital de Venezuela y ha estado en compañía de los feligreses de la parroquia San Juan María Vianney de la Silsa, que pertenece al arciprestazgo de Propatria, en el oeste de Caracas, en donde ha desempeñado su síntesis pastoral, un requisito fundamental en la formación sacerdotal y previo al ministerio del diaconado.
Por su parte, Evert Rivero presta sus servicios pastorales en la parroquia San Rafael Arcángel de Artigas, arciprestazgo de San Juan, en donde ha colaborado con distintas actividades religiosas y ha guiado a la feligresía por los caminos de la evangelización en temas de formación católica.
Monseñor Raúl Biord, arzobispo de Caracas, recordó en su homilía la importancia de la diaconía, esto es, del servicio que debe tener la Iglesia para ser cercanos a todas las personas, especialmente a los más necesitados y vulnerables. Invitó a los ordenandos a no ver el diaconado como un premio sino como un servicio de entrega a los que sufren, a los que necesitan una ayuda, un consuelo y un apoyo, como un camino para llevar a los hombres a Dios.
Nota de Prensa
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