Chevron Corp y varias empresas europeas conversan con el gobierno de Donald Trump para obtener autorizaciones que les permitan seguir participando en empresas petroleras con Petróleos de Venezuela (PDVSA), según revelaron a Reuters tres fuentes cercanas al asunto.
Varias petroleras solicitan ahora a Estados Unidos que les permitan, al menos, volver al tipo de licencia que tenían entre 2020 y 2022, que les prohibió expandir sus operaciones en Venezuela y exportar petróleo, pero les permitió conservar sus participaciones, oficinas y una presencia mínima en el país sudamericano, según las fuentes.
Esta alternativa evitaría un éxodo de empresas extranjeras del país, pero podría generar una nueva acumulación de deuda y dividendos, ya que PDVSA tomaría total control operacional de los proyectos, encargándose de sus exportaciones.
Josu Jon Imaz, presidente ejecutivo de Repsol, indicó el pasado abril en entrevista que la firma española estaba en conversaciones con autoridades estadounidenses para buscar mecanismos que le permitieran mantener actividades en Venezuela.
Por su parte, Mike Wirth, director ejecutivo de Chevron, señaló en la conferencia de resultados de la compañía a principios de mes que estaba en diálogo con el gobierno de Trump sobre cómo se podría «modificar» o «extender» su licencia.
Chevron no ha cesado en sus esfuerzos por convencer al gobierno de Trump de que tener presencia en Venezuela y exportar su petróleo es importante para la seguridad energética de Estados Unidos.
«Somos la única empresa estadounidense que permanece en Venezuela», declaró Wirth en una entrevista televisiva este mes. «Si nos fuéramos, como han hecho otros, la producción petrolera continuaría y las empresas estadounidenses serían reemplazadas por empresas de otros países», incluyendo China y Rusia.
Con información de Reuters