La llamada “primavera dorada” llegó a Maracaibo. Este viernes 21 de marzo inició la floración de los curarires en el Jardín Botánico de la ciudad, cinco días después de la primera lluvia del año, el pasado lunes 17.
El “espectáculo visual único, en el que el amarillo se convierte en protagonista” durará hasta el lunes 24, informó la institución a través de su cuenta de Instagram.
Durante cuatro días del año, centenares de marabinos, visitantes y residentes de municipios cercanos se vuelcan hacia el pulmón vegetal de la capital zuliana.
Rafael Marrufo, gerente de operaciones del Jardín Botánico, explicó al Diario La Verdad que este sábado 22 los curarires crecerán aún más y alcanzarán “su máximo esplendor”.
Indicó que el domingo 23 comenzaría la senescencia, cuando las flores empiezan a caer a lo largo del día. “Todavía el lunes vamos a poder apreciar algunas flores”.
Adultos, jóvenes y niños recorren las caminerías del lugar fundado en las afueras de Maracaibo en 1983 para disfrutar, de 8.00 de la mañana a 5.00 de la tarde, del teñido de amarrillo de los árboles y suelos.
Los adultos pagan dos dólares para ingresar y solo uno los niños de 4 a 12 años, a la tasa del Banco Central. Las personas de la tercera edad entran gratis.

El curarire es un árbol que solo se da en el Zulia, así como los vecinos Falcón y Lara. Se adapta muy bien a las altas temperaturas de estas regiones y crece muy rápido. Su altura puede alcanzar hasta 45 metros. Su florecimiento viste de amarillo durante marzo los potreros y caminos de los tres estados. Identifica la primavera.
Ningún visitante del Jardín Botánico de Maracaibo acude sin su teléfono celular en estos días. Todos quieren dejar constancia en sus redes sociales del espectáculo visual que disfrutan allí, en contacto con la naturaleza.
Para ello aprovechan las rutas de transporte que ofrecen la Gobernación y las alcaldías de Maracaibo y San Francisco, así como tours que organizan particulares, que incluyen hasta sesiones de yoga y fotografías.
Pilar Méndez acudió este año por primera vez. “Vine con mis hijos para contemplar este espectáculo natural tan maravilloso que se da cada año aquí. Este año no me lo quise perder”, comentó.