El 9 de junio entró en vigencia el veto firmado por el presidente Donald Trump que restringe el ingreso de ciudadanos de 19 países, incluyendo cubanos y venezolanos a Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses alegan que los procesos de selección en países como Cuba y Venezuela no cumplen con los estándares requeridos, lo que genera desconfianza respecto al origen y antecedentes de los solicitantes. A su vez, la administración Trump sostiene que los altos niveles de permanencia ilegal de ciudadanos de esas naciones alimentan la necesidad de aplicar sanciones migratorias adicionales.
“Queremos recibir más información de estos países para poder estar seguros. Queremos asegurarnos de que estos países no albergan a terroristas y que ya no tienen vínculos con organizaciones terroristas. Queremos ver que estos países no van a seguir teniendo altas tasas de permanencia ilegal”, aseguró Mignon Houston, portavoz adjunta del Departamento de Estado, en diálogo con Infobae.
En cinco meses, el presidente Donald Trump intensificó esfuerzos diplomáticos y operativos con el objetivo principal de frenar la inmigración ilegal, así como la implementación de restricciones migratorias contundentes, mientras mantiene una postura crítica frente a los regímenes de Venezuela y Cuba.
«Todas estas prioridades compartidas con nuestros socios de la región son importantes para asegurar nuestras fronteras, para evitar el caos y el sufrimiento que hemos visto con la migración ilegal, en particular la migración ilegal que pone en riesgo a los más vulnerables, como mujeres y niños, víctimas de contrabandistas y traficantes”, comentó Mignon Houston.
El gobierno de Donald Trump también desaconsejó a los ciudadanos norteamericanos a viajar a Venezuela, en medio de las crecientes tensiones con el gobierno de Nicolás Maduro.
Al respecto, la portavoz del Departamento de Estado fue clara: “Emitimos este mensaje a los ciudadanos estadounidenses, pero el mensaje también es válido para los que son de otros países, para nuestros ciudadanos estadounidenses que tienen doble nacionalidad, ya que en este momento Venezuela tiene el mayor número de ciudadanos estadounidenses detenidos que cualquier otro país del mundo”.
Según advirtió, todo aquel que viaje a Venezuela corre “un riesgo muy alto de ser secuestrado, arrestado o detenido injustamente sin ninguna información”.
Pese a esto, y a la inclusión de los venezolanos y cubanos en el reciente veto migratorio, Houston sostuvo que Estados Unidos mantiene su compromiso con ambas poblaciones, «víctimas de una férrea represión y persecución».
Con información de Infobae.