La Corte Suprema de Estados Unidos decidió este viernes alinearse con la petición de la Administración de Donald Trump de levantar los bloqueos en tribunales menores al intento de limitar la ciudadanía por derecho de nacimiento, un fallo que otorga una victoria para el mandatario y que podría repercutir en decenas de demandas contra las políticas del republicano.
Con una mayoría conservadora de 6 a 3, la decisión no se refiere a los méritos del decreto en sí, que busca restringir el derecho automático de ciudadanía estadounidense establecido en la Constitución y negarlo a hijos de padres indocumentados o con visados temporales.
En su lugar, el fallo se limita a la jurisdicción de los juzgados menores y la legalidad en sus decisiones de bloquear a nivel nacional una orden del Ejecutivo.
Específicamente, evalúa los bloqueos nacionales temporales a la orden de Trump por parte de tres jueces federales en Maryland, Washington y Massachusetts, quienes determinaron en decisiones separadas que el presidente no tiene la autoridad de cambiar o restringir la Constitución.
En la opinión de la mayoría, la jueza conservadora Amy Coney Barrett escribió que «los tribunales federales no ejercen una supervisión general sobre el poder ejecutivo», sino que «resuelven casos y controversias conforme a la autoridad que les ha otorgado el Congreso».
«Cuando un tribunal concluye que el poder ejecutivo ha actuado ilegalmente, la respuesta no es que el tribunal también exceda su poder«, indicó Barret, uno de los votos clave en esta decisión porque durante la presentación de argumentos en mayo cuestionó el porqué el gobierno pidió al Supremo evaluar cuestiones técnicas y no los fundamentos del decreto en sí, algo sobre lo que el Supremo no se pronunció hoy.
La jueza afirmó que la orden ejecutiva sobre la ciudadanía por nacimiento – cuya aplicación está en pausa temporal en todo el país mientras se revisan los casos – «no entrará en vigor hasta 30 días después de la fecha de esta opinión».
Según expertos, este retraso podría ofrecer un margen para que los querellantes consideren presentar demandas colectivas en lugar de individuales como otra vía de impugnar la orden ejecutiva de Trump.
Con información de El Nacional/EFE