Pareciera que todo está alineado para que María Gabriela de Faría tenga una carrera exitosa en la gran industria del cine. Ella, sin embargo, se lo toma con mucha calma. Sí, es la Angela Spica (La Ingeniera) del Superman de James Gunn (Guardianes de la galaxia), pero en este momento lo que quiere es disfrutar este regalo y seguir su camino como actriz, un oficio, admite, cuya naturaleza es precisamente la inestabilidad.
Superman se estrena esta semana en Venezuela y la cara de De Faría aparece en pendones, cajitas de cotufas y vasos de refresco en los cines. Hay motivo de orgullo. Aquella adolescente que conmovió en Isa TKM hace casi 20 años y aterró a todos con su personaje endemoniado en El exorcismo de Dios, nacida en Caracas en 1992, es una de las enemigas del superhéroe más popular del mundo.
Hace apenas tres años, mientras se encontraba en Caracas por el estreno de El exorcismo de Dios, dirigida por Alejandro Hidalgo, hablaba en una entrevista con El Nacional de los retos que implica ser actriz en Estados Unidos y de cómo debía sobreponerse a las desilusiones si no quedaba seleccionada en un casting.
“Estoy aprendiendo a no tener expectativas, aunque lo digo de la boca para afuera, porque uno hace un casting y se imagina haciendo eso, uno se ve filmando en el sitio, hace planes. Ya después no pasa. Pero aprendo. Hago castings. Actúo en general por el simple hecho del amor al arte, por querer crear algo. Eso es lo que pasó con El exorcismo de Dios también. No sabía si iba a salir bien o mal, pero es lo que hice en ese momento”, dijo.
Con información de El Nacional