Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, anunció el toque de queda de emergencia en el centro de la ciudad, como respuesta al aumento de tensiones en las manifestaciones, tras las recientes redadas migratorias y el despliegue de tropas federales en la zona.
La medida se toma luego de cinco días de protestas en la ciudad y entró en vigor desde la noche del martes, a partir de las 20.00 hora local hasta las 6.00 GMT del miércoles. La misma abarca aproximadamente un área de 2.5 kilómetros cuadrados.
Bass aseguró que aún no se ha definido cuánto tiempo permanecerá en vigor el toque de queda, aunque se prevé que se extienda por varios días.
«El toque de queda ha sido considerado durante varios días, pero claramente, después de la violencia que tuvo lugar anoche, 23 negocios saqueados, y ya sólo ante la naturaleza extensa y generalizada del vandalismo, llegamos a un punto de inflexión y declaramos el estado de emergencia y pedimos el toque de queda», dijo la alcaldesa a los periodistas.
Las autoridades decidieron imponer la medida ante los disturbios y actos vandálicos nocturnos que persisten tras las protestas de parte de grupos que se niegan a dispersarse.
El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, detalló que los únicos exentos del toque de queda son residentes dentro del área designada, personas en situación de calle, personal de medios acreditados, así como los trabajadores de seguridad pública y servicios de emergencia.
Con información de agencias