En un gesto espontáneo que capturó la atención de miles, tres de los cardenales más jóvenes del cónclave se tomaron una selfie juntos dentro de la majestuosa Basílica de San Pedro, un símbolo de cómo la fe y la tecnología se entrelazan en la era moderna.
El cardenal Américo Manuel, de 51 años, de Portugal; el cardenal Mykola Bychok, de 45 años, de Ucrania y radicado en Australia; y el cardenal Giorgio Marengo, de 50 años, de Mongolia, protagonizaron esta fotografía que fue publicada en la red social X por Inés San Martín, vicepresidenta de las Obras Misionales Pontificias en Estados Unidos.
El hecho trasciende lo anecdótico, puesto que este es el primer cónclave en el que las redes sociales tienen una influencia tal que hasta hubo un escándalo en el Vaticano, porque algunas personas comenzaron a tomarse selfies con el féretro del papa Francisco detrás, lo cual terminó siendo prohibido por la santa sede.
Por primera vez en el desarrollo de un proceso eclesiástico de este calibre, la modernidad y los avances tecnológicos impregnan notablemente el ambiente.
Doce años después del último cónclave, en 2013, las redes sociales han alcanzado la cúspide en la carrera de la información y el entretenimiento, siendo los espacios predilectos por la sociedad para compartir sus experiencias y adquirir nueva información día con día.
Un fenómeno digital que, como a todo el mundo, ha llevado a parte del Vaticano y de los cardenales que protagonizan el cónclave a unirse a la ola virtual.
«Está claro que muchos cardenales están siendo más activos ahora mismo en las redes sociales. Es un gran contraste con el último cónclave», mencionó Gustavo Entrala, consultor de comunicación estratégica, para el medio estadounidense ABC News.
TikTok, Instagram, X y Facebook se han convertido en los espacios donde miembros de la Iglesia católica intentan transformar la visión popular en torno a la religión, atrayendo a cientos de miles de fieles que, durante este cónclave, expresan sus preferencias por uno u otro de los 133 cardenales.
¿Cardenales ‘influencers’?
Es la primera vez que los protagonistas del cónclave ostentan tanta relevancia mediática, por lo menos en las redes.
En los días previos al inicio del proceso, decenas de cardenales documentaron su llegada a Roma, compartiendo oraciones y fotografías con algunos de sus colegas en la previa del cónclave.
Otros cardenales llegaron a Roma ya convertidos en sensaciones del internet. Uno de ellos es Luis Antonio Tagle, cardenal filipino que cuenta con más de 600.000 seguidores en su perfil de Facebook.
En esa red comparte diariamente mensajes evangélicos o videos de comedia, donde canta o baila para mostrar a la juventud un lado distinto de la Iglesia.
Otro de los cardenales activos en redes sociales es el estadounidense arzobispo de Nueva York Timothy Dolan, que documenta su viaje a Roma en una suerte de ‘videoblogs’ colgados en la plataforma X, que recuerdan al estilo más tradicional de las primeras personalidades de internet.
Los cardenales han seguido los pasos de deportistas, políticos, cantantes y diversas personalidades de la cultura popular en el uso y explotación de las redes sociales para llegar a audiencias más numerosas y jóvenes.
Sin embargo, existe una diferencia entre este grupo de ‘influencers’: tiene que participar en un rito milenario que exige secreto total por días.
Con información de BBC y France24