Luego de tres votaciones, el cónclave de 133 cardenales electores eligió al papa 267 de la historia.
La esperada «fumata blanca» salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, a poco más de 24 horas desde que se inició este proceso, en el Vaticano.
La plaza de San Pedro está repleta de fieles que esperan que se anuncie el nombre del nuevo pontífice.
Se espera que, en los próximos minutos, desde el balcón principal de la Basílica se conozca el nombre del sucesor del papa Francisco.
Dos días de votación
Los llamados «príncipes de la Iglesia» necesitaron dos días para elegir al nuevo papa, al igual que en 2005, cuando escogieron a Benedicto XVI, y en 2013, con Francisco.
El pontífice argentino, fallecido el 21 de abril a los 88 años, encabezó la Iglesia por 12 años con un pontificado reformista enfocado en los pobres y los migrantes, pero fue blanco de críticas entre los sectores más conservadores, que apuestan ahora por un cambio más enfocado en la doctrina.
Su sucesor enfrentará numerosos desafíos internos, como la pederastia en la Iglesia, la crisis de vocaciones y el papel de las mujeres, y externos, como los conflictos, el auge de gobiernos populistas y la crisis climática.
Su nombre surgió del mayor y más internacional cónclave de la Historia de la Iglesia, que reunió en la Capilla Sixtina a 133 cardenales electores procedentes de cinco continentes y unos 70 países.
Aunque los detalles de la elección permanecerán en secreto, salvo que el nuevo papa decida lo contrario, lo único seguro es que obtuvo al menos dos tercios de los votos para ser elegido.
Con información de AFP