En marzo de 2025, la administración del presidente Donald Trump impuso una serie de aranceles con efectos profundos en la economía global.
Estas medidas, justificadas como parte de una estrategia para fortalecer la industria estadounidense y sancionar a países considerados adversarios comerciales, han generado una oleada de reacciones en los mercados internacionales y en la política global.
Aranceles y su impacto global
El 4 de marzo de 2025, Estados Unidos impuso un arancel del 25% a las importaciones provenientes de Canadá y México, y del 10% a las importaciones chinas. China respondió de inmediato con represalias, gravando productos estadounidenses clave como el pollo, el trigo, el maíz y el algodón. A su vez, Canadá y México anunciaron medidas similares, elevando los costos comerciales entre los principales socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Pocos días después, el 2 de abril, entrará en vigor un nuevo arancel del 25% sobre todos los vehículos fabricados fuera de Estados Unidos. La medida ha provocado una caída significativa en las acciones de las principales automotrices y ha sido duramente criticada por expertos en comercio internacional. Empresas como General Motors, Ford, Stellantis, Toyota, BMW y Mercedes-Benz han sufrido pérdidas bursátiles, y se estima que el costo de los vehículos importados podría incrementarse entre 3.000 y 12.000 dólares por unidad.
Javier Ruiz, jefe de Economía de la Cadena SER, calificó la medida como una «ruina» y una «catástrofe» para el sector automotriz, en particular para Alemania, uno de los principales exportadores afectados. En respuesta, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, declaró que su país construirá una «nueva economía» menos dependiente de Estados Unidos, implementando represalias comerciales y fomentando la producción nacional.
Venezuela en la mira: aranceles sobre su petróleo
La medida más controversial llegó a finales de marzo, cuando el gobierno de Trump anunció un arancel del 25% a las importaciones provenientes de países que compren petróleo venezolano.
La economía venezolana, altamente dependiente de la exportación de petróleo, enfrenta una nueva crisis debido a estos aranceles. La reducción en la demanda de su principal producto de exportación podría agravar la ya precaria situación económica del país. El presidente Nicolás Maduro ha atribuido la caída del 99% en los ingresos petroleros desde 2014 a la «persecución y bloqueo criminal» por parte de Estados Unidos.
Reacciones Internacionales
China, uno de los principales compradores de petróleo venezolano, ha condenado la medida de Estados Unidos, calificándola de injerencista y exhortando a Washington a retirar las sanciones para promover la estabilidad y la paz. La imposición de estos aranceles también podría afectar a las refinerías independientes chinas, que dependen en gran medida del crudo venezolano.
En el Caribe, Trinidad y Tobago ha declarado que continuará con su proyecto de gas conjunto con Venezuela, a pesar de la presión de Estados Unidos y la incertidumbre sobre la renovación de la licencia estadounidense que autoriza dicha iniciativa. El primer ministro trinitense, Stuart Young, afirmó que las compañías involucradas siguen adelante con sus labores.
Según el Financial Times, Trump justificó la medida argumentando que Venezuela está enviando a Estados Unidos «decenas de miles de delincuentes», incluyendo miembros de organizaciones consideradas terroristas.
¿Cuál es la estrategia de Trump?
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, defendió los aranceles como una herramienta eficaz para combatir las prácticas comerciales desleales y afirmó que los ingresos obtenidos podrían utilizarse para reducir impuestos a los trabajadores de menores ingresos. Sin embargo, economistas advierten que esta política podría generar represalias de otros países, encarecer productos básicos para los consumidores estadounidenses y alterar las cadenas de suministro globales.
Las recientes imposiciones arancelarias de Estados Unidos han exacerbado las tensiones comerciales globales y han puesto en aprietos a socios estratégicos de Venezuela. El futuro de la economía venezolana depende, en gran medida, de cómo sus aliados respondan a estas sanciones y de si el gobierno de Maduro logra sortear los bloqueos impuestos por Washington. Entretanto, la incertidumbre se cierne sobre el comercio internacional, con posibles repercusiones en sectores clave de la economía mundial.
Por Vanguardia Venezuela.
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