El juez Michael Jesic, de la Corte Superior del condado de Los Ángeles, en Estados Unidos, redujo este martes 13 de mayo la condena de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional a los hermanos Lyle y Erik Menéndez por el asesinato de sus padres, decisión que abre la posibilidad de que obtengan la libertad.
La decisión reduce la pena a entre 50 años de cárcel y cadena perpetua, lo que les permitirá solicitar una audiencia para salir en libertad provisional. Los hermanos llevan más de 35 años en la cárcel,
«Creo que han hecho lo suficiente en estos 35 años como para que algún día tengan la oportunidad» de salir en libertad, afirmó el magistrado durante la audiencia.
Lyle, el mayor de los hermanos, mostró una «profunda vergüenza» por la persona que fue 35 años atrás. «Cometí un acto atroz contra dos personas que tenían derecho a vivir: mi madre y mi padre», expresó.
Por su parte, Erik asumió toda la responsabilidad por el crimen: «Disparé las cinco balas contra mis padres y luego volví para recargar. Le mentí a la policía. Le mentí a mi familia. Lo siento de verdad».
Lyle y Erik asesinaron a sus padres Kitty y José Menéndez el 20 de agosto de 1989 en su casa de Beverly Hills. Denunciaron haber sufrido abusos sexuales por parte de su padre, de origen cubano.
Con información de EFE