La inflación en Estados Unidos subió el mes pasado a su nivel más alto desde febrero, ya que los aranceles generalizados del presidente Donald Trump están aumentando el costo de una serie de productos, entre ellos muebles, ropa y electrodomésticos grandes.
Los precios al consumidor subieron un 2,7 % en junio con respecto al año anterior, según informó el martes el Departamento de Trabajo, lo que supone un aumento con respecto al incremento anual del 2,4 % registrado en mayo. En términos mensuales, los precios subieron un 0,3 % de mayo a junio, tras aumentar solo un 0,1 % el mes anterior.
El empeoramiento de la inflación supone un reto político para el presidente Donald Trump, que prometió durante la campaña presidencial del año pasado reducir inmediatamente los costos. El fuerte repunte de la inflación de 2022-2023 fue el peor en cuatro décadas y provocó el descontento de la mayoría de los estadounidenses con la gestión económica del ex presidente Joe Biden. Es probable que el aumento de la inflación también acentúe la reticencia de la Reserva Federal a recortar su tipo de interés a corto plazo, como exige Trump a viva voz.
Trump ha insistido a menudo en sus comentarios en las redes sociales en que “no hay inflación” y que, por lo tanto, el banco central debería reducir rápidamente su tipo de interés de referencia desde el nivel actual del 4,3 % hasta alrededor del 3 %.
La inflación subyacente, que excluye las categorías volátiles de alimentos y energía, aumentó un 2,9 % en junio con respecto al año anterior, frente al 2,8 % de mayo. En términos mensuales, subió un 0,2 % de mayo a junio. Los economistas siguen de cerca los precios subyacentes porque suelen ofrecer una mejor idea de hacia dónde se dirige la inflación.
Con información de Infobae