Lajas Blancas (Panamá).- El Gobierno de Panamá cerró este miércoles la principal estación migratoria a la salida del Darién, tras la drástica caída del flujo hacia el Norte de viajeros irregulares, en lo que supone el fin de una crisis humanitaria que se prolongó varios años, publica EFE.
«Doy parte del acto de cierre de la estación temporal de recepción migratoria de Lajas Blancas, la principal estación de recepción migratoria establecida por el Estado panameño para dar efectividad al fenómeno migratorio Sur-Norte», dijo un funcionario panameño en un acto encabezado por el ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego.
En la estación quedó desplegada una gran pancarta con la frase «ETRM Lajas Blancas CERRADO», ahora muestra un paisaje desolado, en contraste con las imágenes que mostraban hasta el año pasado, una muchedumbre de migrantes y de lugareños aprovechando el flujo para vender todo tipo de mercancías.
El ministro Ábrego afirmó que más de un millón de personas estuvieron en Lajas Blancas desde su apertura en 2009.
Ya a finales del mes de abril el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, había anunciado que, «para todos los efectos prácticos», el Darién como paso migratorio irregular estaba cerrado, con el argumento de que, ese mes, habían cruzado la jungla apenas 73 migrantes, en su camino hacia Norteamérica, frente a los 194 que lo habían hecho en marzo o los 29.259 que lo hicieron en abril del año pasado, lo que supone una caída respecto a 2024 del 99,7 %.
El gobierno panameño vincula la caída del tránsito migratorio hacia el Norte a medidas como el cierre de caminos en la selva para habilitar un único «corredor humanitario», la aplicación de multas por entrar de forma irregular al país, y el programa de vuelos de deportación financiado por EEUU.
Consideran que fue la llegada al poder en Estados Unidos de Donald Trump y sus nuevas restricciones migratorias lo que hizo descender de manera drástica el paso de migrantes hacia el norte y provocó un aumento en el flujo inverso, aunque de manera más limitada que los pronósticos iniciales».
Las restricciones en Panamá están vigentes desde el año pasado, que cerró con 300.549 migrantes irregulares que llegaron al país tras cruzar el Darién, un 41 % menos que la cifra récord de 511.103 de 2023, de acuerdo con las estadísticas oficiales citadas el pasado enero por Mulino en una rendición de cuentas ante el Parlamento.
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