El trabajo remoto se ha vuelto una opción para muchos en Venezuela, impulsados por la necesidad de generar mayores ingresos frente a la compleja situación económica del país. Sin embargo, esta modalidad de empleo presenta un desafío significativo: la falta de una protección legal robusta para quienes la ejercen.
Así lo señaló el abogado y experto en derecho laboral Jair De Freitas, quien analizó la situación en el programa A Tiempo de Unión Radio. De Freitas explicó que, si bien el trabajo remoto puede ofrecer una mejor compensación económica, los prestadores de estos servicios no cuentan con un marco legal que los resguarde de manera efectiva.
«Por un lado sí generan un mayor ingreso, pero por otro lado no tienen ningún tipo de protección o tutela desde un punto de vista de protección laboral», afirmó el especialista.
De Freitas destacó que la inflación, el costo del bolívar, la devaluación y la compensación en divisas son factores clave que han llevado a que el trabajo remoto sea visto como una alternativa viable para subsistir.
En este contexto, no todos los que se aventuran en el trabajo independiente lo hacen por vocación emprendedora. A menudo, «la necesidad económica es la que obliga a procurar una diversidad de fuentes de ingresos para poder cumplir la satisfacción de las necesidades familiares», concluyó el experto.
Con información de Unión Radio.