De la lista negra del FBI a la Casa Blanca: Donald Trump recibió el lunes a Ahmed al Sharaa, una primicia para un jefe de Estado sirio y una consagración para el exyihadista.
Al Sharaa, que lideró una coalición rebelde de islamistas que derrocó a Bashar al Asad en diciembre pasado tras décadas en el poder, es el primer líder sirio en visitar la Casa Blanca desde la independencia del país en 1946.
«Me cae bien», dijo Trump tras el encuentro, que se llevó a cabo lejos de las cámaras. Agregó que quiere que Siria se convierta en un país «muy exitoso» tras 14 años de guerra civil y que Al Sharaa «puede lograrlo».
El mandatario estadounidense dijo que Siria es una «parte importante» de su plan de paz para Medio Oriente. Pero no confirmó si Damasco firmaría un pacto de no agresión con Israel, su enemigo de larga data.
Después del encuentro entre el republicano y Al Sharaa, un alto funcionario estadounidense informó que Damasco podrá reabrir su embajada en Washington y además se unirá a la coalición internacional dirigida por Estados Unidos contra el Estado Islámico.
«Siria anunció que se unirá a la Coalición Global para Derrotar al ISIS», dijo la fuente.
También informó que a Siria se le permitirá reabrir su embajada en Washington «para promover la coordinación en materia de contraterrorismo, seguridad y economía».
Con motivo de esta visita histórica, el Departamento de Estado anunció una nueva pausa en las sanciones estadounidenses, mientras se espera que el Congreso eventualmente las levante de manera definitiva.
Con información de El Nacional







