Un manifestante fallecido, 12 militares heridos, 17 retenidos, denuncias indígenas de «represión» por parte de las fuerzas del orden, así como acusaciones del Gobierno sobre «emboscadas» a un convoy, se registraron este domingo, al cumplirse una semana de las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) contra el alza del diésel y otros reclamos.
La provincia andina de Imbabura (norte) se mantiene como el epicentro de las protestas, donde el lunes un millar de manifestantes atacó, en Otavalo, un destacamento policial, dañó sus instalaciones, e incendió diez vehículos policiales y particulares.
La ministra de Gobierno, Zaida Rovira, quien tildó de «terroristas» a esos actos, denunció que manifestantes «emboscaron» la madrugada de este domingo un convoy que llevaba ayuda a la zona norte.
«No confundamos a los manifestantes pacíficos con quienes se infiltran para delinquir. Lo de Cotacachi no fue protesta: fue una emboscada cobarde ejecutada por estructuras criminales -terroristas- que atacaron a nuestras Fuerzas Armadas», señaló.
Y agregó: «Con los manifestantes, diálogo y garantías. Con el crimen organizado, ley y firmeza».
Con información de Unión Radio