Desde que falleció el papa Francisco, los cardenales han participado en 12 congregaciones generales, en las cuales han conversado sobre diversos temas. Y uno de ellos encierra esta pregunta: ¿Cómo tendrá que ser el nuevo papa?
Sobre esta pregunta han debatido los cardenales durante las reuniones antes del cónclave llegando a la conclusión de que debe ser «un pastor cercano a la vida concreta de las personas» y con desafíos como las finanzas vaticanas, la guerra o las divisiones internas en la Iglesia, según ha ido explicando el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
«Una figura que debe estar presente, cercana, capaz de hacer de puente y de guía, de facilitar el acceso a la comunión a una humanidad desorientada y marcada por la crisis del orden mundial», indicaba el portavoz vaticano resumiendo algunas de las intervenciones de los cardenales que este miércoles iniciarán el cónclave para elegir al sucesor de Francisco.
Y añadía que los cardenales habían indicado «un pastor cercano a la vida concreta de las personas, un líder que sepa ir más allá de los confines de la única Iglesia católica, promoviendo el diálogo y la construcción de relaciones con otros mundos religiosos y culturales».
Al mismo tiempo, los purpurados subrayaron «el carácter misionero de la Iglesia: una Iglesia que no debe cerrarse en sí misma, sino acompañar a cada hombre y mujer hacia la experiencia viva del misterio de Dios».
Una visión aperturista de la Iglesia muy cercana a la que tuvo Jorge Mario Bergoglio, según se lee entre líneas en las palabras del portavoz.
Entre los desafíos mencionados en estas congregaciones generales se ha abordado «la guerra y la fragmentación del mundo», que seguramente será una de las preocupaciones del nuevo papa.
También deberá continuar la preocupación por los migrantes, sobre quienes se indica que son «un don para la Iglesia», pero «también subrayando la urgencia de acompañarlos y apoyar su fe en contextos de movilidad y cambio».
En los debates también surgió la necesidad «de que el papa sea pontífice, es decir, constructor de puentes, pastor, maestro de humanidad, rostro de Iglesia samaritana» y que «también que siga poniendo la atención en el cambio climático».
En casi todas las congregaciones se habló de la urgente necesidad de un sucesor de Pedro «que sepa unir a una Iglesia dividida».
Con información de Efe