Entre sollozos, vecinos de una favela del norte de Rio de Janeiro colocaron más de 40 cuerpos alineados en una plaza, un día después de la operación policial más sangrienta en la historia de la ciudad contra el narcotráfico, constató la AFP.
Hasta el momento no hay información oficial sobre si forman parte del balance de 60 presuntos criminales muertos que informó el gobierno de Rio, además de cuatro policías fallecidos.
Los cadáveres fueron dispuestos cerca de una de las principales vías del Complejo da Penha, una de las zonas donde tuvo lugar la operación, la mayor de la historia de Rio, con 2.500 agentes movilizados.
Por su parte, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos dijo sentirse «horrorizada» por la macrooperación policial contra una importante banda del crimen organizado en Río de Janeiro, en la que murieron el martes 64 personas, la cifra más alta nunca antes registrada en una acción de este tipo en la ciudad.
«Recordamos a las autoridades sus obligaciones ante el derecho internacional, y urgimos a que se conduzcan investigaciones de forma pronta y efectiva» sobre las muertes, indicó en su cuenta oficial de X la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk.
La operación, añadió, sigue una tendencia de violentas operaciones policiales contra comunidades marginales de Brasil.
Con información de El Estímulo







