Venezuela expresó, en una carta entregada al secretario general de la ONU, António Guterres, su «categórico rechazo» a los que tachó de «comentarios sesgados» de su portavoz, Stéphane Dujarric, sobre las tensiones entre Caracas y Washington a raíz del despliegue militar estadounidense en el Caribe, informó el representante permanente del país ante la ONU, Samuel Moncada.
En la misiva, leída por el diplomático en un video reproducido este viernes por el canal estatal VTV, el Gobierno manifiesta su «profunda consternación» por las que considera también como «declaraciones parcializadas» del portavoz, lo que, advierte, «parece ser un asunto recurrente» a «la hora de abordar» el despliegue militar y «la perpetración de ejecuciones extrajudiciales».
El Ejecutivo señala que Dujarric «hizo un llamamiento a la distensión de la situación (…) tanto a los Estados Unidos de América como a la República Bolivariana de Venezuela», lo que significa, a su juicio, una «grave desfiguración de los hechos y una equiparación inmoral entre el agresor y la víctima».
En ese sentido, asegura que no es Venezuela «la que lleva a cabo acciones hostiles, maniobras provocadoras e intimidatorias a pocos kilómetros del territorio de los Estados Unidos» ni la que «despliega un gran número de recursos y tropas militares, incluyendo un submarino con capacidad nuclear», o el «portaaviones más grande del mundo» cerca de la nación norteamericana.
«No es la República Bolivariana de Venezuela la que ha llevado a cabo casi 20 ataques aéreos contra pequeñas embarcaciones de pescadores (…) en los que más de 70 civiles han sido objeto de ejecuciones extrajudiciales», expresa.
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En tanto, Venezuela defiende su decisión «defensiva y soberana» de «realizar ejercicios militares dentro de su propio territorio» como «un derecho legítimo de cualquier Estado», y asevera que «estas acciones de autoprotección no pueden equipararse en modo alguno a las de carácter ofensivo» de EE.UU.
Con información de Unión Radio y Globovisión







